Nuria Vernacci
“Llegó el otoño de ese mi primer año y en mis bolsillos se empezaron a amontonar otra vez bellotas, sámaras y semillas de todas clases. Casi todas recogidas en lugares donde se las iban a comer los animales o no iban a crecer, pues eran camino de paso de coches. Amplié mi territorio de crear bosque.
Ese otoño y la siguiente primavera fueron de lluvias y pude ver en poco tiempo pimpollos y arbolillos en lo que antes eran campos baldíos. Mi corazón estaba colmado de alegría.” Fragmento del artículo Historias de la Arrendaja.
Pintar, escribir, sembrar, dibujar, soñar… Manifestaciones de una misma persona. Pasar por el bosque escuchando los cantos de las aves. Este sé que pájaro es. Este me suena, pero, ¡ay! Ahora no lo identifico. A ver si lo veo, seguro que entonces sabré cual es… Oler la tierra húmeda y observar una tela de araña, cogida en vertical entre las zarzas. Unas gotas de agua tiemblan y se mantienen en la seda.
Luego, cuando llegue a casa terminaré el cuadro del jilguero…
Si quieres saber más:
Tlf.: 618390218
Correo electrónico: nuriavernacci@gmail.com
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